J
Jaime Salcedo
In memoriam
Sin verificar
in memoriam
17. La crisis relojera 1901-1902. El 5 de enero de 1902 el periódico La Fédération Horlogère Suisse abrió su edición con un análisis preocupante: la venta de relojes suizos en el exterior disminuía al punto que ya no cabía duda: la relojería estaba en crisis. El artículo, bajo el título L'année 1901, comenzaba diciendo: "En un rápido debate que hicimos hace un año sobre la relojería en 1900, veíamos con satisfacción que el año 1901 había sido bueno para los comerciantes, bueno para los industriales, bueno para los trabajadores también, a los que no había faltado el trabajo. Terminábamos diciendo: «Estamos ahora en el período de vacas gordas. La prudencia de nuestros fabricantes y exportadores debe hacerles ver la llegada, que puede ser pronto, del período de las vacas flacas». En distintas ocasiones hemos vuento, en el curso del año pasado, a este dictamen, que la marcha de los negocios en el primer semestre no parecían justificar pero que se ha convertido en una inquietante realidad". Agregaba que no se podía una estimación muy precisa porque las estadísticas oficiales de la exportación de relojes no habían sido publicadas todavía. Pero que al comparar el movimiento comercial de las cajas de relojes controladas (es decir, que recibían el punzón oficial suizo) en el segundo semestre de 1900 con el mismo período en 1901, se veían indicios de que la industria relojera suiza estaba en pleno período de crisis.
Atribuía el comentarista esa crisis a diversas causas, que debían, en su opinión, buscarse en el país: El estado general de los negocios, que hacía que la relojería recibiera "naturalmente" el contragolpe; a la inseguridad política, consecuencia y causa del estado de paz armada "que agota la Europa"; a los designios imperialistas de Inglaterra, a la guerra que desuela el sur de África, etc.
"En suma" -concluye el comentarista- "el año 1901, que comezó bien, acabó mal. Muchos trabajadores han quedado si empleo, los pedidos escasean y estamos entrando en el nuevo año con perspectivas poco divertidas. Stocks en el extranjero, stocks en las fábricas, grandes compromisos en todas partes, es la situación que recibimos del año que acaba de terminar". Y hace esta reflexión a los productores: "El futuro industrial es para quien produzca mejor a igual precio. En épocas de crisis esta verdad elemental encuentra su aplicación más completa".
En el mes de junio de 1902 la situación no había mejorado. La Fédération Horlogère Suisse del día 5 de dicho mes comparó los datos de la oficina de control de cajas de metales preciosos de La Chaux-de-Fonds y las cifras eran preocupantes: al mes de mayo 1902 se habían controlado (es decir, les habían puesto el punzón suizo en la oficina de control) 12.775 cajas de oro y 124.434 cajas de plata menos que en los mismos meses de 1901. La caída era de 31,85% en enero, de 34,26% en febrero, de 39,73% en marzo, de 31,80% en abril y de 27,33% en mayo, cuando se registró un leve repunte.
Las cifras de exportación de relojes de níquel mostraban en el primer semestre de ambos años que en 1901 había sido de 634.568 relojes por un valor de 5'259.380 francos, fue en 1902 de 591.008 relojes por valor de 5'259.380 francos, con una disminución en el número de relojes exportados del 6,86% y de 4,31% en el valor en francos. La exportación de relojes de plata disminuyó, en el mismo período, un 19,21%, y el valor de esta mercancía disminuyó en 15,55%. La exportación de relojes de oro disminuyó en 16,29% y el valor en un 11,72%. Solamente los cronógrafos y los relojes de repetición mostraban cifras positivas en 1902.
Aclara el comentarista que "esto no es una enormidad si se tiene en cuenta el hecho de que el año 1901 la exportación de relojes logró cifras que nunca se habían alcanzado; pero es bastante como para que muchos trabajadores resulten afectados de forma penosa.
Espero que a medida que avance el año podamos ver cómo y cuando se resolvió esta crisis.
Atribuía el comentarista esa crisis a diversas causas, que debían, en su opinión, buscarse en el país: El estado general de los negocios, que hacía que la relojería recibiera "naturalmente" el contragolpe; a la inseguridad política, consecuencia y causa del estado de paz armada "que agota la Europa"; a los designios imperialistas de Inglaterra, a la guerra que desuela el sur de África, etc.
"En suma" -concluye el comentarista- "el año 1901, que comezó bien, acabó mal. Muchos trabajadores han quedado si empleo, los pedidos escasean y estamos entrando en el nuevo año con perspectivas poco divertidas. Stocks en el extranjero, stocks en las fábricas, grandes compromisos en todas partes, es la situación que recibimos del año que acaba de terminar". Y hace esta reflexión a los productores: "El futuro industrial es para quien produzca mejor a igual precio. En épocas de crisis esta verdad elemental encuentra su aplicación más completa".
En el mes de junio de 1902 la situación no había mejorado. La Fédération Horlogère Suisse del día 5 de dicho mes comparó los datos de la oficina de control de cajas de metales preciosos de La Chaux-de-Fonds y las cifras eran preocupantes: al mes de mayo 1902 se habían controlado (es decir, les habían puesto el punzón suizo en la oficina de control) 12.775 cajas de oro y 124.434 cajas de plata menos que en los mismos meses de 1901. La caída era de 31,85% en enero, de 34,26% en febrero, de 39,73% en marzo, de 31,80% en abril y de 27,33% en mayo, cuando se registró un leve repunte.
Las cifras de exportación de relojes de níquel mostraban en el primer semestre de ambos años que en 1901 había sido de 634.568 relojes por un valor de 5'259.380 francos, fue en 1902 de 591.008 relojes por valor de 5'259.380 francos, con una disminución en el número de relojes exportados del 6,86% y de 4,31% en el valor en francos. La exportación de relojes de plata disminuyó, en el mismo período, un 19,21%, y el valor de esta mercancía disminuyó en 15,55%. La exportación de relojes de oro disminuyó en 16,29% y el valor en un 11,72%. Solamente los cronógrafos y los relojes de repetición mostraban cifras positivas en 1902.
Aclara el comentarista que "esto no es una enormidad si se tiene en cuenta el hecho de que el año 1901 la exportación de relojes logró cifras que nunca se habían alcanzado; pero es bastante como para que muchos trabajadores resulten afectados de forma penosa.
Espero que a medida que avance el año podamos ver cómo y cuando se resolvió esta crisis.
Última edición: